La brecha tecnológica de género en América Latina

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La economía digital incluye la infraestructura de telecomunicaciones -particularmente las redes de banda ancha-, las industrias de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) -hardware, software y aplicaciones- y el grado de alfabetización digital de los usuarios.

Garantizar la autonomía económica de las mujeres, aumentando su participación en el mercado laboral y reconociendo el trabajo no remunerado que ellas realizan mayoritariamente, es uno de los principales desafíos de los países de la región.

Como en la economía digital se reproducen desigualdades de género presentes en el resto de la sociedad, urgen políticas que prevengan la segregación laboral, eviten las brechas salariales y promuevan una justa división sexual del trabajo.

Casi la mitad de las mujeres de la región (que representan 50,9% de la población, más de 300 millones de personas) no tienen ningún vínculo con el mercado laboral: la tasa de actividad económica femenina asciende a 49,8% (la masculina llega a 78,7%) y una de cada 10 mujeres está empleada al servicio doméstico, una de las labores peor remuneradas y con menor protección social. Continúa leyendo «La brecha tecnológica de género en América Latina»

Al Carajo: División sexual del trabajo en América Latina

foto2Nueva emisión de la columna de Lucía Sangiorgio sobre género en América Latina el miércoles 13 de mayo de 2015 por la Radio de Madres de Plaza de Mayo AM530.

En esta ocasión hablamos sobre división de tareas por género, trabajo formal, informal e invisible y la presencia de mujeres en los medios en América Latina.

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División Sexual del Trabajo en América Latina

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El trabajo no remunerado es el trabajo asignado socialmente a las mujeres y generalmente realizado en los hogares, como las tareas domésticas, la gestación y crianza, y el cuidado de niñxs y adultxs.

La lógica de esta división se mantiene con el ingreso de las mujeres al mercado de trabajo remunerado, donde ocupan mayoritariamente cargos de asistentes, cuidadoras o educadoras infantiles, que además son peor remunerados, profundizando la brecha económica y la dependencia femenina.

La división sexual del trabajo y la brecha de género comienzan en la niñez, se profundizan con el tiempo y se transmiten de una generación a la siguiente. Se imponen a través de la violencia sistemática contra las mujeres. Continúa leyendo «División Sexual del Trabajo en América Latina»